
Ivanna - Quiero contarte, Laura, que leyendo tu blog hallé en algún artículo que
mencionabas a Edith Vera y el modo en que su poesía se metió dentro tuyo.-
Entonces, inmediatamente me puse a leer a Edith Vera, y quedé fascinada, y esto
te lo debo, entenderás.- Así que gracias, porque tu pasión como lectora y tu
reconocimiento a Edith Vera me condujeron a ella e hicieron que me quedara
sintiendo semejante poética compañía. De un interesante asombro frente a lo
cotidiano, que se transforma en materia poética a través de su mirada y su
decir.- Me sorprendió leer que sus poesías habían sido divulgadas y andaban
libres por el mundo, habiendo llegado a manos nada menos de Violeta Parra,
quien leía los poemas de Edith Vera a sus nietos, lo cual la propia Edith Vera,
según se cuenta, consideró como el premio mayor a su poesía. Supongo intentaba,
en estas lecturas, dar con tus hallazgos… pero sólo encontré los míos, porque
la experiencia lectora es intransferible, así que lo primero que vengo a
preguntarte es: ¿Qué fue lo que hallaste en la
poesía de Edith Vera para que se metiera dentro tuyo?
Una vez que se ha
pronunciado
la palabra amapola
hay que dejar pasar algo de
tiempo
para que se recompongan
el aire
y nuestro corazón.
Con la poesía, de Edith Vera, o la de otros poetas, me sucede algo que está por encima de la explicación. Un sonido, unas palabras se hunden dentro de mí como si de pronto fueran parte de mi cuerpo, de mi soplo, un aire que se hace sonido y ahonda el silencio a su alrededor. Es un efecto detenido. Me deja suspendida en la melodía que componen esos sonidos únicos. Me conmueven más allá de lo que significan, ¿no? Es lo que evoca que siempre está más allá.
Laura - Yo fui una docente rara. Es decir, por alguna razón en mi vida siempre tuve que inventar un lugar porque el que me había sido asignado mudó a otra cosa. Empezó desde chiquita cuando de pronto tuve familia nueva, y casa nueva, así sin explicación. Entonces creo que me acomodó el lugar de “sapo de otro pozo”. Sapo de ojos grandes que mira adónde está parado porque todo puede cambiar de un momento a otro. Esa es una cualidad de lectora si lo pensás bien. Leés con cuidado lo que pasa a tu alrededor porque las cosas se pierden. Cuando empecé a trabajar como maestra ya era psicóloga, ¿ves? Entonces mi lectura de lo que tenía/quería hacer venía de zonas francas, lugares baldíos entre una cosa y otra. Lo que me permitió como docente de Nivel Inicial construir la idea de que lo importante era el “encuentro efectivo” con los chicos a partir de objetos de la cultura. Que enseñar era eso: compartir la entrada a objetos culturales y bienvenirlos desde la experiencia de cada uno. En realidad te diría que cuando decidí escribir me preocupó más mi otra profesión. Sostener la pregunta y quedar prescindente de la repuesta, huir de cualquier coqueteo con la jerga para decir y poder encontrar mi propia lengua. Y sobre todo escurrirme de las suposiciones acerca de lo que es un psicólogo.
Ivanna - ¿Qué
significó a nivel personal y profesional tu inclusión en el
CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y
Juvenil) en el año 2000?
Laura - Significó todo. Encontré un lugar con gente que andaba en las
mismas que yo. Me formé ahí. Mi recorrido cobró consistencia en la biblioteca
del Cedilij, pero sobre todo, en el aprendizaje de mis compañeros. Nos
juntábamos a armar una biblioteca y entre mate y comentario salían cosas
increíbles, alguien se detenía y leía un fragmento. Y un denso intercambio de
opiniones, lecturas, libros, posiciones. Por eso a veces vamos lento, ja, ja,
nos tomamos el tiempo para dejar que sucedan las cosas importantes mientras se
resuelve alguna urgencia.
Ivanna - Estuviste en
alguna oportunidad en una mesa de escritores cordobeses junto a María Teresa
Andruetto, Lilia Lardone y Mariano Medina con la coordinación de Carolina
Rossi, en donde hacia el final se suscitó un breve debate respecto de la
literatura en la escuela, en donde vino a cuento la cuestión de “trabajar” un
texto... de allí se desprendió que la clave es “cómo hacer para invitar a los
lectores a que habiten un texto”...¿Cómo hacerlo?...
Laura - No creo que haya una respuesta
general. Es caso por caso. Y como lo tiene que decidir alguien que es un
mediador con las manos en la masa, creo que lo mejor, es apostar a la
formación. Mediadores capacitados son la única garantía. Mediadores que hayan
desarrollado la cualidad de lectores, ellos mismos habitantes sensibles de
textos literarios. Sin ánimo acumulativo, no me encanta el ánimo acumulativo en
nada. Con generosidad para con ellos mismos. Lectores audaces y con criterio
propio hecho de experiencia.
Ivanna - Volviendo a
Edith Vera, un extracto de un poema dice: “… La palabra /
ese dibujo,/ esa piedra lanzada al tiempo,/ esa gran emoción/ que pasa de
cuerpo a cuerpo…” ¿Es la lectura, de algún modo, “la emoción pasando de cuerpo a cuerpo”?
Laura - Sí, claro. Hay algo misterioso en la letra. Algo de humanidad
queda apresado en el trazo y despierta con la lectura. Atraviesa el tiempo, las
culturas, los espacios. Una se conmueve con un haiku japonés del siglo VIII. Es
una maravilla que no precisa explicación, con lanzarse en sus brazos alcanza.
Ivanna - Contaste una circunstancia de tu vida, vivida en
tu infancia, respecto de la pérdida de tu madre,
acerca de lo cual no te era contado nada.- Dijiste
algo muy interesante, “¿frente a la muerte hay esperanza?. Hay. La esperanza
son los otros”. Los niños viven en este mundo enorme. Ven, sienten, piensan
cosas, y necesitan palabras para capturar lo que se escapa. Y dijiste “hay que
poder decir de lo que no tiene esperanza. Y de todo lo demás también”... ¿Por qué crees
que cuesta tanto a los adultos abordar estos temas para con la infancia? ¿Cuál
es la importancia de hacerlo?
Laura - Ah, no me refería solo a los temas. Los temas de la
literatura para chicos son los mismos que los de la literatura a secas. Me
refiero a la forma. Yo no creo que haya temas tabúes, es más, creo que hay una
moda por abordar ciertos temas, casi como autoayuda infantil o juvenil. La
cuestión es la forma. Si hablamos de literatura, creo, la cuestión es la forma.
Y uno puede tocar temas “sensibles o comprometidos” de una manera tan
condescendiente, tan moralizadora y superficial que, ¿adónde queda el lector?,
¿en qué lugar lo he puesto?, ¿necesita que le explique todo, le diga todo y
apacigüe su angustia? O más bien que le ofrezca una experiencia honesta y
profunda con las palabras, la forma de un relato que evoque sus emociones
privadas porque yo lo he hecho en la búsqueda de mi lengua, de mi forma, de mi
sintaxis. A eso me refería.
Ivanna - Quisiera detenerme en tu libro “El rastro de la
serpiente”, obra que mereció el 9no. Premio “El
barco de vapor” de Argentina (2011) y el premio Destacado de Alija categoría
“Novela” (2011).-
En
la Nube, te escuché contar aquella imagen – recuerdo que recuperaste de tu
infancia, respecto de un viaje que habías hecho, en medio del cual por una ruta, viste pasar
un montón de chicos de tu edad, descalzos, con palos y víboras colgando… un
fuerte encuentro con la alteridad dentro del concepto mismo de infancia… ¿Qué impresión te
causó en ese momento ver una imagen tan diferente a la de tu propia infancia y
cuál es tu mirada hoy frente a la misma imagen? Por otra parte, me gustaría
saber ¿de qué modo se articula este recuerdo, esta imagen, con El rastro de la
Serpiente?
Laura - Yo creo que todos los que vivimos en este país estamos expuestos a encontrarnos
con signos que muestran esas “otras infancias”.
Que leerlos es una decisión. No digo que todo el mundo tenga que
escribir sobre esas “otras infancias”. Digo, si algo de lo “otro” te interpela
es una buena razón para escribir.
Por
otra parte para mí la escritura en todos los casos guarda una relación con un
acto de justicia. No necesariamente social o cultural. Pero cuando escribo
construyo una visión de mundo y trato de correr un velo para descubrir qué me
dice eso. Mi escritura está anudada a un grito, hay algo que necesito que quede
escrito. Para mí la literatura significa la otra versión de lo aparente. La
lengua tiene el poder de la revolución, y no quiero ser literal, abarca mucho
más.
Aquella
imagen actualizó unas preguntas que me
había hecho de niña pero las tomé como adulta. Y busqué hacer presentes a esos niños con la forma que
la escritura le dio a esa voz para contar.
Ivanna - Otro libro que mereció el premio “El barco de
vapor”(2005) y el premio Destacado de Alija categoría “Novela” (2005) fue “Encuentro
con Flo”, ¿Qué
significó para vos la escritura de esta novela y su posterior
reconocimiento?
Laura - Bueno esa novela es muy querida para mí en términos de
entrada al trabajo de escritura y a la posibilidad de ser editada. Ese año
salieron mis dos primeras novelas. Una porque estuvo esperando un buen tiempo,
la otra porque ganó el premio. Así que de ese modo pasé de ser inédita a ser
invitada para publicar en varias casas editoriales. Primero me asusté, después
me alegré. Y así voy, me asusto, me alegro, me entusiasmo, espero, trato de
darme el tiempo que necesito para hacer lo que quiero.
Ivanna - Tu libro “La viejita de las cabras” me parece sumamente poético, lleno de música, de esa música que tiene mucho de silencio,
mucho de lamento, mucho de la urgente necesidad de la voz convocando
presencias… ¿Cómo
surgió esa bellísima historia?…
Laura - Esa historia también surgió de un paisaje, de una vieja con
una casa. De una cabra que se comía la higuera de la vieja. Y de lo que pasó
con la vieja cuando llegó una empresa y arrasó con todo. Pero la vieja siguió,
y a quien la viera, le vendía quesitos de cabra.
Ivanna - Edith Vera dice en un verso:
¡Qué
cosa más sencilla!
Hay
luz en la luz de los ojos,
En
la luz del agua saltarina,
En
la luz del sol que se ha asomado
Y
en las palabras balcón y mediodía
¿Cuáles son las cosas sencillas en las que encontrás luz?
Laura - Cada vez una cosa distinta. Depende del momento y de la luz.
Como el cuento La navidad de Auggie Wren de Paul Auster.
Ivanna - “La peor amenaza para la LIJ, -o cualquier
forma de arte en cualquier lugar del mundo- es la quietud”. ¿Qué podemos hacer los que de una u otra manera
trabajamos con las palabras para mantenernos alejados de la amenaza?
Laura - Me parece que una buena
manera puede ser cuidar la actitud de búsqueda. Olisquear, dudar, quitar los
velos de los seguro para ir por más. Me parece que el trabajo con la
literatura, es de alto riesgo si vale la pena. Una elije el filo, ¿no? El borde
de las cosas. La cornisa. Ningún panorama es tan lúcido como el de la cornisa.
Ivanna - Te preguntaría muchas cosas más, pero brindaste tu valioso
tiempo para compartir todo lo que en esta entrevista ha de quedar entre
nosotros, tus palabras, el espacio que habrás dado entre respuesta y respuesta,
tu pensamiento, tus reflexiones … de modo que, si te parece, ya que “estamos
aquí”, cada una respirando las palabras en medio del silencio en donde estaría
de más seguir agregando, parafraseo a Edith Vera y te invito a quedarnos
acurrucadas, cada una donde esté, “para dejar / espacio / al vuelo/ de los
pájaros”…
Laura - Ah, ese es el epígrafe de mi última novela.
Ivanna - Muchas gracias por tu generosidad.-
Laura - Muchas gracias a vos.
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Acerca de Laura Escudero

Su interés por el campo de la Literatura Infantil y
Juvenil, se profundizó a partir de su inclusión en CEDILIJ (Centro de
Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) en el año
2000. Allí se formó, y desde entonces, desarrolla actividades de diseño y
ejecución de proyectos de promoción de la lectura, capacitación, e integra el
Consejo Directivo.
Realizó el
Máster en Promoción de la
Lectura de la universidad de Castilla-La Mancha (CEPLI). Participó de congresos, seminarios y talleres en Argentina, Chile y
Brasil. En diversas oportunidades fue jurado de premios literarios. Colaboró
con textos de ficción y como especialista en publicaciones sobre LIJ. Resultó
dos veces ganadora del Premio El barco de vapor (Ediciones SM, Argentina) en
el 2005 con Encuentro con Flo y en el 2010/11 con El rastro de la serpiente. Tres de sus libros fueron distinguidos como
“Destacados de Alija”. Encuentro
con Flo ha sido traducido al
portugués. otros títulos son: Heredé un fantasma (SM), El
Botín (Norma) Los parientes impostores (Norma) El
camino de la luna (Comunicarte). Actualmente se dedica a la escritura
y la enseñanza en el Nivel Superior.
Para conocer más acerca de la autora, les dejo el link para que puedan visitar su blog, sumamente interesante, personalmente disfruté mucho leyendo las secciones "lecturas" y "Apuntes, artículos y otros escritos"...
aquí el enlace a su blog:http://lauraescuderotobler.blogspot.com.ar/
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