Como ya se ha dicho, esta sección
se propone compartir la lectura de reseñas literarias, entrevistas y/o reflexiones en torno a los distintos
lenguajes, discursos, que se entraman en el campo de la literatura infantil y
juvenil, a través de las cuales distintos actores, vinculados al mismo,
comunican su experiencia de lectura compartiendo otras miradas posibles sobre
distintas obras literarias escogidas.-
En este caso, quiero compartir mis reflexiones objetivas atravesadas por implicancias subjetivas, en torno al encuentro compartido con Laura Roldán, en el ECUNHI (Espacio Cultural Nuestros Hijos, ex Esma), el día 7 de Mayo de 2014.- Y quiero compartirlo aquí, porque repasar este encuentro es un volver a leer, en el espacio, en las lecturas escogidas y compartidas por Laura presentando el libro "Zapallo en flor", volver a leer en la experiencia del encuentro entre una escritora, su obra y un grupo de lectores expectantes.- Y es un volver a leer un fragmento de mi experiencia constitutiva como lectora.-
No obstante en este caso, sumando mi voz como vehículo, para convidar a los oyentes/partícipes con algo más de la obra de la autora.- Comparto entonces la experiencia compartida en torno a las palabras, en un lugar que impide olvidar...
Miércoles 7 de Mayo de 2014, entro por primera vez al ECUNHI (Espacio
cultural Nuestros Hijos - Ex ESMA), acompañando a la escritora Laura
Roldán... Ella compartiendo lecturas de su nuevo libro "Zapallo en
flor", a la vez que abriéndose al juego de ser entrevistada por la doble
y numerosa audiencia de adultos y niños, lectores de sus libros, y
ahora de sus gestos que suman signos a lo escrito, en el placer
compartido de la lectura.- Yo, cerrando con un cuento de la autora,
poniendo voz a las yapitas caídas que Laura recoge, con lo que más que
cerrar pretendo seguir abriendo espacios donde la palabra circule, allí
donde una escritora, su obra, una narradora y los lectores se disponen
al encuentro.-
Entrar al ECUNHI, significó en lo
real del acontecimiento, a la vez que en mis implicancias subjetivas,
ir de adelante hacia atrás en el tiempo, y de atrás tener la suerte de
sentir que se puede volver hacia adelante con la memoria y el cuerpo en
estado intacto.- Recorrer en auto los pasillos que alguna vez fueron
sombríos, bajar y ver una pared habitada por cantidades de rostros,
ponerme cara a cara con la doliente ausencia, querer mirarlos a todos y a
cada uno a los ojos, como si acaso pudiera reconocer algún rasgo mío en
la mirada de alguno de ellos, en los labios que mastican los gritos que
no revelan las fotos… No logro mirar a cada uno en su detalle, en su
detenido y merecido espacio y tiempo… pido disculpas internamente, sigo
caminando.
¿Qué camino me trajo hasta aquí? ¿El de los cuentos, el de acompañar a una escritora, el de mis palabras, el de mis silencios?…
Entrar
al ECUNHI es repasar el camino… es también hacer el doble ejercicio de
la memoria, el de reafirmarse y sentir la suerte de llevar un DNI
encima que tenga dos nombres, un apellido, una fecha de nacimiento y de
que todo eso sea cierto.- Pero es también hacer el otro ejercicio, el de
la incertidumbre, que los que nacimos en dictadura bien pudimos haber
pensado,sentido, vivido… ¿Quién soy? ¿Soy la que dice mi DNI? ¿Soy mis
dos nombres y mi apellido? ¿Y si acaso no lo fuera? ¿Si acaso fuera
otra? ¿Si hubiera estado en este lugar en aquel entonces, en lugar de
ingresar ahora?... Entrar al ECUNHI es sacudir la memoria, por los que
estamos y sabemos quienes somos, por los que no están y nos recuerdan
quienes son, o esperan la digna justicia de saberlo… porque todos
pudimos haber sido y no… haber estado y no… entrar al ECNUHI es
vivenciar un fragmento de la historia, a la luz de nuevos
acontecimientos, en donde los silencios se visten con palabras, los
colores revisten los antiguos fríos de todos los adentros, y la
democracia nos recuerda que somos libres y nos arroja como irrefutable
muestra el juntarnos sin miedo, al calor, al juego,y al fuego de las
palabras…
"Resulta que transcurrió entre risas, unas risas fecundas y cercanas
como las ganas que teníamos todos
de hacernos mariposa, pájaro, ternura.
Resulta que una hora multiplicó los panes,
es decir, las promesas del pan,
la suma de actitudes,
los derechos a darnos cada vez más vida..." (1)
Llego
con Laura Roldán, quiero hacerle saber en el viaje que no conozco el
lugar, ni palabra me sale. Pienso y callo. Quiero decirle a Laura que
gracias por invitarme, hacerle saber la importancia de ofrecerme un
lugar a su lado, de hacerme saber que puedo contar con ella, de confiar
así, tanto, en mis palabras, de permitirme contar con otros, para
otros.- Pero pienso que Laura lo sabe o lo imagina, entonces mejor no
digo nada, y dejo todas las palabras como burbujas flotando.-
Cuando
era chica, hablaba poco, leía más... cuando no sabía leer palabras,
leía imágenes, que después dibujaba como podía, como quien escribe sobre
lo observado. Claro, eran mis primeras escrituras, esos dibujos,
huellas, trazos alimentados de lecturas.- Era silencio puro, estallido
de palabras volcadas en una hoja.-
No importa como siguió mi vida,
mis años, mi historia, importa, en todo caso, que jamás dejé de leer,
ni dibujar ni escribir.- Que fueron mis compañeros durante noches de
silencio y miedo, distintos personajes más o menos heroicos. Y quedando
en blanco como pantalla de cine, eran los cuentos películas desmintiendo
la ausencia, la fría palidez, la nada.- Entonces comía en palacios, y
la comida sabía bien, o me volvía princesa y tenía vestidos largos,
viajaba fuera del perímetro barrial, y todos los dolores quedaban lejos,
vencidos, desterrados.- Y había bailes, y fiestas, y arcoiris
trastocando oscuridades, y autores sentados a mi mesa, sirviéndome de
postre sus poemas, leyéndome hacia el final del día, cubriéndome del
frío con palabras, apagando la luz cuando al fin me sumergía en el
misterio de la noche, para seguir soñando.
Y viajo en
al auto con Laura Roldán, y quiero decirle esto que es tan poco y es tan
tanto... esto que dura apenas segundos de decir, y años de vivir...
pero no puedo, y miro por la ventana y callo...
Y
llegamos al ECUNHI, y bajo, y miro aquellos rostros en el muro, mientras
Laura mira lo que miro, lo sé... puedo darme cuenta... porque sé que
Laura sabe o imagina... entonces no digo nada y callo... y camino a su
lado, y si quiere puede ser personaje, heroína, llenarme de cuentos la
nada y ser película, entibiando la fría palidez, habitando mis ausencias
y mi nada por un rato. Pero que tampoco se lo digo, pero que también
esto callo.- Y que llegamos al ECUNHI, y que al fin entramos.- Y subimos
escaleras, mientra suben todas mis ideas, mis pensamientos que se
adelantan escalones apresurados, y quiero decirle a Laura que nos
apuremos porque se me van los pensamientos demasiado lejos, y que cómo
vamos a hacer para alcanzarlos, y qué vamos a hacer si no llegamos...
pero no le digo, porque capaz me manda ahora, justo ahora, a que los
busque... y los pensamientos suben y suben, como barrilete del que no
puedo sujetar el hilo, y cuando apenas logro alcanzarlo, ya no entiendo
el modo en que con un piolín acaso pueda dominarlo... veo que suben mis
pensamientos y mis emociones, que me dibujan un cielo de pura fantasía
azul, que no tropieza ni con casas ni tejados... es todo cielo para mis
pensamientos que ahora se vuelven elevados...
Laura y
yo nos sentamos... chicos y grandes, muchos chicos y grandes, esperan
expectantes... Laura empieza hablando, presenta su nuevo libro "Zapallo
en flor", leyendo coplas, adivinanzas, y otros regalos... todos reciben
en la alegre escucha... los chicos se acercan, tocan a Laura con
preguntas, mientras ella abraza a todos con respuestas de esas que
invitan a seguir pensando...
"en el centro feroz de la esperanza
comenzamos a hacernos mariposa, pájaro, ternura..."
Me
toca narrar mi historia, que no es mía, la escojo de un libro de Laura,
pero Laura dice que ésas historias que ese libro tiene no son de nadie y
son de todos, por eso digo, que cuento esta historia mía, que lo es y
no, y con ese doble saber y ese doble sentir, la tomo...
Antes
de narrar la historia y también luego, cito al cantor/poeta Atahualpa
Yupanqui, retomando la idea de aquello que alguna vez escribí, tomando
sus palabra del canto del Viento, para hacer referencia al trabajo de
Laura, andariega de ciudades y selvas, caminante de las que hacen camino
al andar bajo el sol, al frío, a la floreada primavera, a la luz de la
luna, pisando hojas del otoño, mirando a través de ellas… Recolectora de
"yapitas caídas", que entendió el mensaje del que Atahualpa Yupanqui
hablaba: “hay que hacerse amigo, muy amigo del Viento. Hay que
escucharlo. Hay que entenderlo, Hay que amarlo. Y seguirlo. Y soñarlo.
Aquel que sea capaz de entender el leguaje y el rumbo del Viento, de
comprender su voz y su destino, hallará siempre el rumbo”… Y porque
Laura Roldán supo hallarlo, devuelve al Viento las hilachitas de los
cuentos y los cantos perdidos… y con el viento las empuja haciéndolas
llegar a todas partes… porque de eso se trata el milenario oficio y arte
de recoger voces, historias, contares y cantares, que en sus distintos
libros responsablemente hace...
Narro, entregada al juego, a las risas, a los caminos que el cuento y los oyentes, partícipes activos, me van marcando. Entregada a las preguntas niñas, que no es lo mismo que decir preguntas menores. A las preguntas elevadas, contrariando cualquier medida de estatura. A los pensamientos barriletes, con piolín indomable, y azules sin tejados... Cuento para ellos, cuento para todos.- Cuento con Laura, y cuento para ella, aunque vuelva sin decir nada en el viaje de regreso, nada de todo lo importante que quiero decirle, nada de las infinitas gracias, de la profunda emoción. Pero Laura sabe, imagina... porque además de escritora, es lectora, y ella sabe leer en esta hojas verdes por las que miro, del mismo modo que lee también en lo que miro, por mucho que yo insista en guardarme todas, todas las palabras.-
Entonces también yo sé, porque resulta que algo descubro:
"no estamos solos para cortar las sombras
ni para alimentar la vanidosa soledad
darle un sentido al acto heroico
tan repetidamente heroico, de vivir
Algunos que no pueden hablar dejan sus señas,
otros señalan la palabra necesaria
y todos, definitivamente todos,
nos repartimos un poco de la luz
como si fuera un pan y una esperanza (...)" -2-
Gracias, Laura Roldán, por el pan, la luz y la esperanza de una tarde compartida entre palabras.-
Ivanna Rosselli.-
(1) El nacimiento - Hamlet Lima Quintana
(2) No estamos solos - Hamlet Lima Quintana
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